Mucha gente que me conoce, me han escuchado decir más de una vez, "cuidado con los jala pescuezos" no lleven a sus perros con uno de ellos.
Ese sistema es conocido como entrenamiento forzado, que se basa en reforzamiento negativo a través de correcciones, castigos y manipulación física del perro.
Las correcciones o jalones de pescuezo se dan cada vez que el perrito no hace lo que se le exige. En muchos casos son tantas correcciones que los perros se apagan, y en casi todos los casos, se crea una mascota demasiado insegura, con miedo a intentar cosas nuevas ya que le puede producir un castigo. El perro en este caso vive una vida estresada.
Otros efectos de reforzamiento negativo es que hacen a su perro impredecible, por ejemplo, morder sin ladrar a consecuencia del mismo.
Estudio tras estudio revela que el entrenamiento forzado deja rasgos negativos en cualquier animal que se somete a este sistema (http://vip.vetsci.usyd.edu.au/contentUpload/content_3132/LaurenCox.pdf). Los posibles efectos secundarios del perro incluyen: estrés, gastritis, depresión e indefensión aprendida (cuando el animal ha aprendido a comportarse pasivamente, sin poder hacer nada, sin responder a pesar de que existen oportunidades para ayudarse a sí mismo. Esta condición está relacionada con la depresión.)
Entrenadores en EEUU, Canadá y Europa están utilizando métodos positivos para entrenar todo tipo de animales, hasta caballos. Los mismos departamentos de policía ahora entrenan a sus perros con técnicas positivas, ya que son más confiables y crean perros emocionalmente estables.
Adicionalmente pueden existir daños fisiológicos incluyendo, lesiones en la traquea y/o columna, también pueden sofocar o causar una embolia. En ocasiones los daños pueden ser severos para el perro.
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